miércoles, 20 de octubre de 2010

5 DISCOS ESCENCIALES DEL HEAVY METAL ARGENTINO
En esta oportunidad les acercamos los que creemos son cinco discos escenciales del metal argentino. No afirmamos que sean los mejores ya que sería imposible librarnos de cualquier subjetividad atada a los gustos y opiniones de cada uno. Simplemente creemos que ninguno de estos discos debería faltar en la casa de un metalero hecho y derecho. Alguno habrá quedado afuera pero creemos que ninguno de estos está de mas.
Antes de ir a los títulos les regalamos esta joyita de Riff en el estadio de River Plate en 1996. 
                                         

Riff, Ruedas de Metal
Se editó en 1981 y significó la aparición de un rock pesado que en la Argentina no existía. Sin embargo muchos sostienen que Riff era una banda de Hard Rock y no de Heavy Metal, aunque su imagen de pelo largo, cadenas, motos y camperas de cuero prestara a confusión.
   Este disco fue un fuerte golpe a la realidad del rock argentino : en ese abanico que iba desde Billy Bond y La Pesada hasta Pescado Rabioso de Luis Alberto Spinetta, de pronto apareció Pappo con una banda totalmente novedosa.
   En el show Adiós Pappos Blues, Bienvenido Riff luego de que el Carpo anunciara: “Bueno, hasta acá llegamos, se terminó Pappos Blues, ahora voy a presentarles a mi nueva banda”, empezaron a tocar y por momentos sonaban como Saxon, la banda metalera británica formada en 1976.
   Ruedas de Metal fue un disco que tuvo la frescura de algo que llega y es impensado y provoca y rompe con todo lo que estaba sucediendo en ese entonces.


V8, Luchando por el Metal
Luchando por el Metal, el salvo inicial, es el manifiesto más perfecto de V8, el disco que mejor resume su estética, su espíritu y su filosofía, y con el tiempo se convertiría en el álbum más icónico del heavy metal argentino. Aun hoy puede verse su logo, estampado en remeras de chicos que aun no habían nacido cuando este disco se grabo. Son nueve canciones en menos de 27 minutos, como si el cuarteto vomitara, en un solo envión, toda la bronca contenida, la frustración y el hastío que había acumulado durante la dictadura.
   Fue grabado con bajo presupuesto y en pocas horas (alrededor de 70) en los estudios Edipo. Los  V8 no tenían experiencia previa en el estudio y tampoco buen equipamiento. Solo contaron con la ayuda de Marcelo Vitale, integrante de Los Barbaros, que fue el técnico de grabación y además aporto un teclado en  “Si puedes vencer al temor” un tema que trasluce la influencia de Black Sabbath.
   Aún con todas esas carencias, Luchando por el Metal es uno de esos discos que sobresalen por la autenticidad de su contenido, como si la fuerza de su mensaje se sobrepusiera a las limitaciones externas e internas.


 Rata Blanca, Magos, espadas y rosas
 “Las puertas del metal grande se abrieron con Rata Blanca”, declaró alguna vez Walter Giardino. Se necesitaba un giro de llave que dejara entrar en el metal local todos esos elementos que hacían proliferar el género en los países Anglosajones. Y para eso llegó Magos, espadas y rosas en 1990, un trabajo que los puristas podrán discutir, pero al que nadie desestimara en su rol de oportuno salvavidas de la escena pesada argentina.
   Así se abrió un nuevo portal: el que permitió que ingresaran al metal nacional los elfos, las brujas, los bosques y los dragones.  Aunque esto nunca terminó de prender en la escena nacional, siempre mas afecta a las letras contestatarias legadas por V8.
   También podría decirse que Rata Blanca comenzó a tocar otros temas que hasta entonces no habían pisado la prosa local: Los sentimientos. “Por qué es tan difícil amar”, se preguntan en un instrumental, cosa que habría horrorizado a las hordas metaleras un par de años atrás.
   Sin embargo fueron tiempos de decenas de miles de copias en circulación, discos de platino, shows con orquestas sinfónicas y estadios repletos.


Hermética, Ácido argentino
 Si uno busca la ruptura más grande del rock argentino de los 90, probablemente la encuentre en el disco de 1991 Ácido argentino, obra cumbre del metal nacional.
   Grabado en 150 horas en los estudios Aguilar, con producción de los propios Hermética, Ácido argentino era épico y desesperado ya desde su arte: un Tío Sam enloquecido, estrangulando a la Dama Argentina.
   La música, un speed-heavy, evidenciaba el desencanto social de las clases medias y bajas tras la gran decepción luego del primer triunfo de Carlos Menem.
   Ácido argentino también hablaba de todo lo que, en aquel momento, estaba fuera de la agenda de la conciencia colectiva criolla: los aborígenes cada vez más marginados o la nueva tecnología IBM como método de exclusión para gente que ni siquiera podía terminar el secundario.
   Lo central de este álbum es su poderosa lirica. Acá están, muy probablemente, los mejores textos de Iorio en sus 30 años de carrera.
   Tómenle examen a cualquier metalero que conozcan. Este disco seguramente es como el Preámbulo de su Constitución.  El legado de este disco inmenso puede resumirse con “En las calles de Liniers”, canción en la que Iorio, lejos de los magos y las hadas de Rata Blanca, usa su voz por segunda vez en el disco para hablar de chicos mendigos en trenes atestados y linyeras, y entrega las líneas que lo convirtieron en el gran cronista metálico.


A.N.I.M.A.L., El nuevo camino del hombre
 Ya no había que tener pelo largo ni vestirse con cuero y tachas para ser metalero. En los 90, los bermudas fueron el grito de la moda callejera. Tampoco valía seguir odiando al otro por ser distinto. ANIMAL los aceptaba a todos y les daba la bienvenida a sus conciertos, en los que participaban fanáticos del heavy, del hip hop y del hardcore.
   El nuevo camino del hombre, la consolidación del trío formado por Giménez, Corvalán y el baterista Martin Carrizo, fue el primero de varios discos de ANIMAL grabados en Estados Unidos.  Pasaron tanto tiempo afuera haciéndose de abajo que plasmaron la experiencia en “Lejos de casa”, una balada que añora el barrio, esa institución siempre presente en la carrera de la banda. Su discurso, aunque seguía denunciando desigualdades sociales, era incluyente, pacífico. 
   Musicalmente, ANIMAL lograba fusionar los estilos de moda de la época en una propuesta personal que copiaba a todos pero no se parecía a nadie. Incorporaron ingredientes de cada género y crearon una fórmula propia, bien argentina.
   Con Chalito, oda hip hop al cannabis, El nuevo camino del hombre, portador de tanta furia, finalmente se fuma uno y se relaja para ir terminando.

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